Intento imponerme a tu plan maestro, cansada de probar y rendida a tus pies, concluyo que soy esclava de tu querer. No soy peón, tampoco alfil, soy la reina de tu tablero que estas llevando al borde de morir. Creés que manejas este juego con inteligencia y astucia y lo único que haces es jugar sin mirar. Errás, te dan otra oportunidad y volves a equivocarte. Me moves de acá para allá a tu merced, llevándome desde el más oscuro vacío hasta el tope de la felicidad en un vaivén de movimientos. Sabés que si me dejas atrás, es muy problable que pierdas este juego, tus peones no alcanzan para conseguir tu heroico triunfo. Cuando ellos caigan, no voy a estar ahí para ayudarte. ¿No ves que jugando así, perdés todo lo que alguna vez anhelaste? Irremediablemente, a la deriva del destino, continúo sin saber cómo reunir fuerzas para dominar este juego y no subordinarme tu afán.No soy peón, tampoco alfil, soy la reina de tu tablero que estas llevando al borde de morir. María Agustina Andrade @ 25.09.08
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