10.12.13

Incertidumbres.

Solo una imagen bastó para que miles entraran en mi cabeza. No es tu culpa, no en ese momento. No es tu culpa que a mi mente le sea inevitable hacer conexiones que nada hagan a tu favor. La idea de que lo que un día hiciste conmigo, lo hagas con otra persona me atormenta, me persigue. Karma dirán. Miedo yo lo llamo. No sólo a que pase, si no a que nada cambie. Porque "las palabras se las lleva el viento" y nada impidió que volaran las tuyas. Las promesas que un día hiciste hoy ya no estan. Las promesas de hoy probablemente mañana tampoco. Prometemos para asegurar un futuro. ¿Y qué si ese futuro ya fue? ¿Y qué si no debía ser? ¿Y qué si luchamos incansablemente por algo que ya no es?
Triste es pensar que con solo una imagen una catarata de ideas inunde sólo una cabeza. Peor es saber que no hay nada que hacer. Que lo que podía hacerse no se hizo. Aún peor es saber, que por más que la lucha sea incansable, nada va a volver a ser como antes. Saber no es entender. Entender es el castigo. Entender que quizás esos pensamientos no se vayan nunca. Entender que quizás sea así siempre. Entender que ya no pueda restablecerse lo que una vez hubo. Entender, una vez mas, que nada va a volver a ser como antes.  
Es agotador estar constantemente pendiente. Es un crimen pensar "Que hubiera pasado si...". Tener nudos en la garganta, lágrimas en la cara, vacío en el alma. Ganas de nada. Ni siquiera de intentar. Preguntarse ¿Para qué? Si nada de lo que hice, nada de lo que dije, nada de lo que di, sirvió. Hipócrita el que piensa en dar sin recibir. Siempre se piensa, y en esta tengo saldo a favor. ¿Qué queda cuando damos más de lo que recibimos? Nada, vacío. Porque aquello que uno da, debe llenarse, de alguna manera, de algún lado, del otro lado. 
Inevitable es mirar atrás, ver todo lo que algún día tuvimos y ver lo que somos ahora. Intentar ponderar esos momentos efímeros de felicidad como algo bueno cuando la felicidad antes era una normalidad. Cuando las sorpresas no dejaban de llegar, los besos de atacar, los abrazos de unir, las miradas de desnudar y las sonrisas de invadir. 
Triste es saber que aunque lo intentes, nunca vas a estar en mi lugar. Nunca vas a entender lo que es estar constantemente intranquila, lo que es no poder pensar en otra cosa, no tener paz. Nunca vas a entender el dolor de saber que si me voy, alguien esta esperando para entrar en tu vida. Y que ese alguien sea la razón de que las nuestras no puedan ser una. 
Incertidumbre es lo único que nos queda. Incertidumbre de saber si realmente es esto lo que nos queda, si es esto lo que querés, si esto es lo que quiero, si esto nos va a hacer felices o por el contrario, es esto lo que va a hacer que nos odiemos, si por fin las promesas van a cumplirse. Incertidumbre y tiempo. Tiempo, como solución a algo que difícilmente pueda arreglarse. Difícil, pero no imposible. Incertidumbre al fin.

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